miércoles, 23 de mayo de 2012

Cuando se me seque la pólvora...

Antes, cuando hablaba contigo, mi eme con mi a sonaban 'ma'. También me reía mucho. Muchísimo. Te llamaba cuando tenía un ratito libre y nos reíamos. Pero eso era antes, cuando hablaba contigo. Ahora, a mi móvil le falta un contacto en la agenda, y aunque me ponga a gritar entre berridos de dolor, ya no contestas.

Ahora, las únicas letras que junto son las del Apalabrados, y solo porque me dejan ganar, y aunque consigo sonreír todos los días, cada día cuesta más que el anterior, quizá porque mis ratos libres son menos ratos, o menos libres, aunque sean más largos. Puta mierda de no tenerte ya conmigo.

Pero aún no lo he mandado todo a la mierda. He aprendido que no soy tan importante como para que la vida me tenga manía, por mucho que se empeñe en parecerlo. Es cierto que tengo aún llenos los lacrimales, pero me quedan muchas más balas en la recámara, que pienso ir disparando de vez en cuando. Tirando a dar, por supuesto, otra cosa es que sangren al enemigo o le marquen el peinado.

Ojalá fuera tan fácil como decirte lo mucho que te echo de menos.